Los malvaviscos o masmelos caseros son un dulce que ha traspasado generaciones, con una textura esponjosa y sabor inigualable que nos remonta a tiempos pasados.
En la gastronomía colombiana, estas delicias han sido el complemento perfecto para una taza de chocolate caliente o como ingrediente estrella en una fogata. Su preparación, aunque sencilla, requiere de ciertos cuidados y precisiones para lograr ese acabado perfecto que todos deseamos.
¿Qué otro nombre recibe el malvavisco?
Investigando un poco sobre este dulce, me he dado cuenta que recibe una cantidad de nombres, entre los más destacados se encuentran: Marshmallow, nube, esponjita, bombón, masmelo, entre otros. Pero sea cual sea el nombre, nos estamos refiriendo al mismo dulce o golosina, el malvavisco.
¿Los malvaviscos son de sabores?
Generalmente, la mayoría de las recetas de malvaviscos vienen con esencia de vainilla, sin embargo, si la persona que los está preparando desea añadir otra esencia, ya sea de almendra, de coco, o darle algún sabor con licor como el amaretto, lo puedes hacer sin ningún problema. Es más te aseguro que si le agregas alguno de esos sabores, su resultado será toda una maravilla, quedarás encantado.
¿Por qué es importante lograr el punto de hilo en el almíbar?
Lograr el punto de hilo en el almíbar asegura que el azúcar ha alcanzado la concentración y temperatura adecuadas para dar la consistencia esponjosa deseada a los malvaviscos.
¿Puedo usar otro tipo de esencia además de vainilla?
¡Por supuesto! La esencia de vainilla es una opción tradicional, pero puedes experimentar con esencias como menta, naranja, o almendra, dependiendo de tus preferencias.
¿Es necesario usar azúcar glas?
El azúcar glas previene que los malvaviscos se peguen entre sí y les proporciona una textura exterior más agradable. Sin embargo, es posible omitirlo o sustituirlo por coco rallado o cacao en polvo, por ejemplo.
¿Cuánto tiempo debo batir la mezcla?
Debes batir la mezcla hasta que adquiera una coloración blanca y una textura esponjosa. Esto puede tomar varios minutos y es crucial para la textura del producto final.
¿Cómo sé cuándo los malvaviscos están listos para ser cortados?
Cuando los malvaviscos se hayan enfriado completamente y tengan una consistencia firme pero esponjosa, están listos para ser cortados.
Consejos de Cocina
- Punto de hilo: Es fundamental para el éxito de esta receta. Una forma de saber si se ha alcanzado es colocando una gota de almíbar entre los dedos y separándolos; si se forma un hilo fino, está listo.
- Bate constantemente: Cuando incorpores el almíbar, no dejes de batir. Esto asegura que la gelatina se mezcle correctamente y evita la formación de grumos.
- Molde: Usa un molde que puedas forrar con papel pergamino o al que puedas aplicar una ligera capa de aceite para facilitar el desmoldado.
Errores Comunes
- Almíbar quemado: Un error que cometí al principio fue no vigilar el almíbar. Si se cocina demasiado, puede quemarse y amargar la preparación. Es fundamental mantener el fuego a una temperatura media-alta y revolver ocasionalmente.
- Consistencia no deseada: No alcanzar el punto de hilo o no batir lo suficiente puede llevar a malvaviscos que no sean lo suficientemente esponjosos.
Recomendaciones
Si te ha gustado la preparación de malvaviscos caseros, te recomendaría experimentar con otros dulces colombianos que llevan azúcar como ingrediente principal, tales como:
- Arequipe: Es una delicia cremosa similar al dulce de leche, ideal para rellenar postres o comer solo.
- Bocadillo Veleño: Un dulce a base de guayaba que puedes combinar con queso para una experiencia única.
Ambos comparten la dulzura y consistencia pegajosa de los malvaviscos, siendo ideales para aquellos que buscan aventurarse más en la repostería colombiana.
📖 Receta
Ingredientes
- 500 g de azúcar.
- 250 ml de agua.
- 15 g de gelatina sin sabor.
- 2 cucharaditas de esencia de vainilla.
- 1 pizca de sal.
- Azúcar glas.
Instrucciones
- En una olla coloca el azúcar y cubra con la mitad de agua.
- Lleva a fuego medio – alto hasta obtener un almíbar a punto de hilo. Revuelve y ten cuidado que no se vaya a quemar.
- Mientras esta el almíbar, en un tazón bata con la ayuda de una batidora eléctrica la gelatina sin sabor con la vainilla, la sal y el resto del agua.
- Cuando el almíbar esté listo, viértalo al tazón sin dejar de batir, hasta que la preparación esté blanca.
- Usa un molde o recipiente, espolvorea con azúcar glas y coloca la preparación anterior.
- Con ayuda de una espátula, emparejamos la mezcla y espolvorea otro poco de azúcar glas.
- Deja que se enfríe a temperatura ambiente, y retira del molde o corta en cubos o cuadros.
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